[Este texto forma parte de las actas:
Pescar o navegar: la Edad Media en la red,
Universidad de Zaragoza, Zaragoza 2005, pp. 67-83, versión digital extraída de
www.medievalismo.org][2].
«Espero ver en las próximas décadas la transformación del planeta en
una forma de arte; el nuevo hombre, unido a la armonía cósmica que
trasciende tiempo y espacio, acariciará sensualmente, dará forma y
moldeará cada faceta del artefacto terrestre como si fuera un trabajo
artístico, y el hombre en sí llegará a ser una forma de arte orgánico»
[Marshall McLuhan, Escritos Esenciales]
Neo-Clio
Desde
la inmensidad en el tiempo, el ser humano, ha tenidoamplio
y retomado cuidado por adquirir conocimiento, por aprender,observar
y tratar de analizar su presente y pasado, e incluso, tratar deaventurarse
en el tiempo, en la línea de su porvenir. Las propuestas hansido
dispares, múltiples y diversas, y la Historia se ha conformado enuna
ciencia o conciencia del conocimiento humano. Ahora, reciéniniciado
el llamado siglo XXI, los cambios son tan acelerados que nollegamos
a percibirlos
[3], pero se desencadenan y nos producen a su vezalteridades
en nuestra capacidad de interpretar y retomar los másinfinitos
detalles de lo contemporáneo, desde lo visible hasta lo másmetafísico.
Estamos
en la imperiosa necesidad de replantearnos nuestrasactitudes
y conclusiones, de repensar y – ante tanto movimiento –aguzar
los sentidos, siendo capaces de enjuiciar los denominados hitosde
la nueva racionalidad humana. Aquí, la Historia, y másconcretamente
la Historia Medieval, se sitúan en un pequeño oasis alque
acudir desde todos los puntos posibles. Un
diminuto espacio en elinfinito
mundo de la sensatez global.
Aquí,
en este breve texto, pretendemos analizar el estado actualdel
denominado nuevo humanismo[4], del
cibermedievalismo académico einstitucional,
objeto que – a nuestro entender – ofrece variasproblemáticas
epistemológicas y definitorias en conjunto. En primerlugar,
cuando analizamos el ámbito académico, nos restringimosvoluntariamente,
puesto que somos muy consecuentes de laimposibilidad
de abordar un estudio, al menos de estas características,de
carácter integral, en el que incluir aportaciones variadas y diversasasociativas,
individuales y en todos los niveles, que nos llevarían a ladificultad
de ofrecer unas conclusiones claramente definidas. Por
tanto,la
primera unidad definida es la academia, en su representación físicauniversitaria.
En
segundo lugar, trataremos de abordar el estado actual delmedievalismo,
en su versión más vanguardista en lo que a utilizacióntecnológica
se refiere. Este no es un foro para examinar obras,tendencias,
autores y deudores de nuestra disciplina[6], sino más bien deobservar
los vacíos, novedades, náufragos y el devenir hacia el que nosadentramos
en estos últimos años. También, y se nos invitóamablemente,
abordaremos la presentación de Medievalismo. Portal deHistoria, pero no ofrecemos una mera descripción, puesto que creemosrealmente
que este sería un ejercicio de positivismo decimonónicohagiográfico,
en el que el editor del portal digital y a su vez autor deeste
texto que están leyendo vanaglorien sus logros. Frente
a ello,realizamos
una comparativa situacional de lo que hemos venidollamando
cibermedievalimo hispano, en su versión supranacional(comparativa
situacional actual) y en su versión intranacional(articulación
y estado del sujeto); ofreciendo unos datosempíricos, cuyaobservación
no necesitan comentario alguno.
Medievalismo
aislado e iniciativo
Medievalismo.
Portal de
Historia surge de manera unipersonal,hacia
el año 1997, sin duda promovido por una situación queconsideramos
casi común en todos aquellos que nos acercamos a laHistoria,
en su vertiente más científica, desde ámbitos universitariosperiféricos
o secundarios[7].
Desde una perspectiva estudiantil,comenzamos
a observar la múltiple dispersión de la bibliografía y de losinstrumentos
que consideramos imprescindibles para abordar desdecero
los estudios medievales. Sorprendentemente advertimos que lainformación
recogida, era enormemente dispersa, atomizada y pocogratificante[8].
Así, decidimos poner en marcha el proyecto, que en unprimer
instante serviría personalmente como guía de Institutos,Revistas,
Universidades (básicamente departamentos) cuyo ámbito deestudio
fuera o fuese similar y a la vez complementario de nuestrasinquietudes.
Tras
una larga etapa de búsqueda y clasificación de la informaciónrecogida,
decidimos ocupar nuestro propio campo, la Historia MedievalHispana,
pues lo que se recopiló y – claro está – la puesta en marcha deportales
de carácter anglosajón, hacía necesario el planteamiento dealternativas
o espejos virtuales desde un punto de vista hispano[10].
Tras
un diseño realizado de manera artesanal y claramenteautoeditado,
en el día 1 de mayo de 1998, inauguramos lo que sería laprimera
versión del portal Medievalismo, ubicado en un servidorgratuito,
poco efectivo y con serios problemas de afrontar lo querealmente
teníamos por delante. Sin medios, sin difusión alguna, losprimeros
sorprendidos fuimos nosotros, al observar que realmente eranecesaria
la iniciativa, pero no quizás el enfoque que habíamosmostrado.
Los correos, noticias, novedades y otras informacionesrecibidas,
dieron buena cuenta de ello. ¿Cuál fue la mayor sorpresa?, sinduda
alguna, bastaba con dar un pequeño vistazo a los correos paraobservar
con preocupación que la mayoría de visitantes e informadores,eran
profesores universitarios, interesados por las nuevas tecnologías ypor
la utilidad que éstas podían ofrecernos. Después de varios años devacilaciones
y dudas, finalmente, hemos replanteado nuestra inicialidea,
convirtiéndola en un ágora o forum desde el cual emprender nuevohorizontes
visibles para todos los visitantes.
Medievalismo.
Portal de Historia, se edita desde la mayor de lasBaleares,
pero tenemos y debemos comportarnos como un verdaderoespacio
de interrelación hipertextual, multi-mental y supranacional[11].Ofrecemos
un servidor de noticias, actualizado casi a diario, que nosinforma
de las nuevas de diversa índole: desde los hallazgosarqueológicos,
cerrados a pequeños círculos de investigaciones ymemorias;
a las novedades bibliográficas; hasta los debates y actos másactuales.
Aceleramos la comunicación y utilizamos nuestros medios paraofrecer
una ventana permanente a la investigación de la Edad Media, conun
enfoque hispano, pero no por ello menos dinámico ni secundario.Una
comunicación global, enérgica y actual.
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3. Medievalismo – Sociedades e Institutos[12].
Medievalismo.
Portal de Historia, no es una puerta cerrada, estáen
constante crecimiento y renovación. No es una
guía total, ni pretendeserlo,
tampoco un estudio definitivo; más bien, es un punto deencuentro,
una referencia útil, que favorece la intercomunicación,rapidez
e inmediatez de las convocatorias que puedan ir presentándosea
partir de estos momentos. La idea de futuro,
una vez finalizada yactualizadas
las secciones presentes, será la progresiva incorporaciónde
los grupos de investigación ya consolidados, la llamada a otrosespecialistas
(filólogos, filósofos, arqueólogos, así como a especialistasde
otros ámbitos)[13], y plantear encuentros digitales asiduamente en laque
podamos claramente coincidir y discutir sobre las conclusiones decada
medievalista.
Comparando
sujetos geográficos
Dejando
a un lado Medievalismo y para ofrecer un ejercicio dehipótesis
comparativa, sin adentramos primeramente en los aspectosgeográficos
o regionales, necesariamente acudimos a los estudios quenos
preceden en el tiempo. Éstos[14], nos dan una muestra – digamos queexcelente
– del relativo poco crecimiento en los últimos dos lustros, almenos
para el ámbito hispánico.
La
situación, a diferencia de parecer altamente gratificante, es –en
nuestra opinión – un tanto decepcionante. Si nos atenemos a losdatos
no cuantitativos, sino más bien a la simple observación de lacalidad
y variedad de los mismos, podemos intuir que gran parte delesfuerzo
iniciado por las instituciones, se reduce a la mera publicación oedición
de fuentes medievales. No se trata, en el mejor de los casos, dela
publicación de fuentes inéditas, sino más bien de reediciones detextos
ya agotados, a simples catalogaciones sistemáticas o medidasdigamos
que repetitivas. Entonces, ¿creemos o realmente existenavances?,
para dar respuesta, ofrecemos un breve texto, alejado en eltiempo,
pero válido para la situación vivida:
«Quedan
las palabras vacías y las palabras vacías son sonidos, o signos gráficosque
los representan, y se hallan juntas y se mantienen así, no por un acto depensamiento
que las piense (en cuyo caso se llenarían de inmediato), sino porun
acto de voluntad, que estima oportuno para ciertos fines suyos conservaresas
palabras, por vacías o casi vacías que sean. La mera narración no esentonces
otra cosa que un complejo de palabras vacías o fórmulas, afirmadopor
un acto de voluntad»[15].
Ante
las palabras de Croce, ¿en qué situación nos encontramos?,recientemente,
ya advertimos del paso de las tradicionales comunidadesacadémicas
jerárquicas a otras de caracteres horizontales, transversalesy globales[16]. En este sentido, las nuevas formas de comunicación ydifusión
del conocimiento son un claro ejemplo. Paradigma quelentamente
se están introduciendo en el seno del medievalismo mástradicional
rompiendo todas sus expectativas estáticas, iniciaciones quehemos
preferido no incluir en este texto a modo de listado de enlacestan
habitual en este tipo de estudios. Encaminándose, unos y otros,hacia
la configuración de lo que venimos llamando historiografíadigital[17].
Desde
esta óptica de humanización y democratización de latecnológica,
creemos que debería fomentarse una mayor apertura ydinamización
que sea capaz de superar los obstáculos actuales.Venzamos
las tendencias micro-históricas y fomentemos lamultidisciplinariedad
y el intercambio de experiencias. Así, con eldesarrollo
de guías o puntos referenciales como puede ser el “Listado deMedievalistas”,
abrimos un importante punto para el futuro. Un lugar, unseminario
permanente en el espacio y en el tiempo. Así, nuestrashipótesis
de trabajo, pueden ser correspondidas con otrosinvestigadores
e investigadoras, ya no sólo de un ámbito local otemático,
sino más bien, compartidas y debatidas por un espacio globalde
investigadores sociales.
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4. Medievalismo – Listado de Medievalistas[18].
El
Ocaso de lo desconocido
La
erupción de las nuevas tecnologías y sus consecuentes cambiosen
todos los ámbitos educativos, han puesto de manifiesto graves faltasen
la formación y adaptación del profesorado a los mismos. Utilizandodatos
de la encuesta internacional “El Estado de la Historia”, que elcolectivo
Historia a Debate[19]
puso hace varios años en marcha, podemoshacernos
una idea de lo señalado. En la misma, un 72%[20] de losencuestados
afirmaba utilizar asiduamente las nuevas redes decomunicación
e información, pero en ningún caso ofrecían porcentajesclaros
sobre la utilidad o función de las mismas en la metodología[21],historiografía[22]
y epistemología[23] en las formas de escribir la historia.
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5. Historia a Debate – Encuesta “El Estado de la Historia”[24].
Entonces,
¿para qué utilizan internet o cuáles son las utilidades?,sin
duda, los aventurados o exploradores del nuevo universocibernético,
concentran sus posibilidades en las consultasbibliográficas[25],
búsqueda y uso de imágenes[26], digitalización dedocumentos[27]
y substitución del lento y tradicional correo postal por elelectrónico,
situación más que común en otras latitudes[28] y que nosupone
a simple vista cambios concluyentes en nuestra manera deentender
este nuevo paradigma.
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6. Archivos Españoles en Red – Digitalización de Fondos[29].
Así,
antes estas actitudes, cuando nos referimos específicamente,al
ocaso del medievalismo hispánico, concienciadamente estamoshablando
de decadencia, repetición, agotamiento y declive de losactuales modos[30]. Guisas, que para nada serían del todo novedosos ovanguardistas,
sino meras reutilizaciones de nuevos procesosmatemáticos
altamente mejorados[31]. Escribir a ordenador puedeconfundirse
con escribir a pluma, si no somos capaces de crearverdaderos
horizontes alternativos, diagonales y transversales, abiertosen
nuestras conclusiones.
2
Quiero agradecer enormemente, la amable invitación de los Drs. LALIENA CORBERA
y SESMA MUÑOZ,y
especialmente al Dr. Germán NAVARRO ESPINACH, para participar en estas Actas
con este modestotexto.
3 Para un primer
análisis: SÁNCHEZ RON, José Manuel: "Ciencia, tecnología
y cambio social", Clavesde
Razón Práctica [Madrid], 37 (1993), pp. 8-14; MAÍZ CHACÓN, Jorge: “La
humanización de latecnología
o la historiografía digital. Historia a Debate ante el paradigma historiográfico
delsiglo
XXI”, III Congreso Internacional Historia a Debate, Historia a Debate,
Santiago deCompostela
(en prensa) [versión
digital disponible en: www.medievalismo.org].
4
Un excelente trabajo sobre la teorización y aparición del
concepto, ver: MOLINUEVO, José Luis:Humanismo
y nuevas tecnologías, Alianza Editorial, Madrid, 2004; FEITO GRANDE, Lydia:
"Latécnica
y el ser humano", Diálogo Filosófico [Madrid], 49 (2001), pp. 4-24;
consultar también:VERICAT, José: Ciencia, Historia y Sociedad, Istmo, Madrid, 1975; y MINUTI, Rolando:
"Internet e ilmestiere
di storico. Riflessioni sulle incertezze di una mutazione", Cromohs, 6
(2001), pp. 1-75.
6
Ya existen otros foros en los que se ha puesto de manifiesto las líneas
principales de la historiamedieval
en España de los últimos años. Ver: GARCÍA DE CORTÁZAR Y RUÍZ DE AGUIRRE,
José Ángel:"Glosa
de un balance sobre la historiografía medieval española de los últimos
treinta años (I)",Semana
de Estudios Medievales 'La Historia Medieval en España' (XXV, Estella, 1998),
Gobiernode Navarra, Pamplona, 1999, pp. 807-824; VALDEÓN BARUQUE, Julio: "Glosa de un
balance sobre lahistoriografía
medieval española de los últimos treinta años (II)", Idem, 1999, pp.
825-842.
7
MAÍZ CHACÓN,
Jorge: “La historiografía medieval mallorquina durante el
franquismo (1939-1960)”,
III Simposio Internacional de Jóvenes Medievalistas, Universidad de Murcia –
SociedadEspañola
de Estudios Medievales, Lorca (en prensa). En este pequeño estudio, ya hemosanalizado,
no la historia digital, pero sí el proceso de autarquía y la posterior llegada
de ladenominada
“normalización historiográfica” en un ámbito científico periférico.
Imaginamos, quesucederá
algún proceso similar que podríamos denominar “normalización historiográfica
digital”.Los
tiempos no deben ser los mismos, aunque sería preciso advertir el peligro que
supone elestablecimiento
de comunidades aisladas o analfadigitales.
8
MAÍZ CHACÓN,
Jorge: “Aproximación a la Mallorca bajomedieval. Producción
historiográfica(1960-1998)”,
Medievalismo. Boletín de la Sociedad Española de Estudios Medievales [Madrid],
10
(2000), pp. Toda la información recogida fue publicada a modo de corpus
bibliográfico eneste
estudio. De él, pudimos extraer varias ideas básicas: dispersión geográfica
y temática de losestudios
existentes.
10
Sobre la problemática hispánica, véase: WELP, Yanina: “Nuevas tecnologías,
viejos problemas.El
modelo español de difusión de Internet”, Revista Internacional de Sociología, 37 (2004), pp.77-114.
11
Esta es la línea que nos hemos marcado, el camino que ya hemos argumentado en
otros foros.Véase
nuestro texto: “La humanización de la tecnología o la historiografía
digital. Historia aDebate
ante el paradigma historiográfico del siglo XXI”, III Congreso Internacional
Historia aDebate, Historia a Debate, Santiago de Compostela (en prensa).
13
Consideramos, ante la estática academia, que es importante la aportación que
pueden ofrecerlos
medievalistas que desarrollan su labor profesional en el proceso de instrucciónpreuniversitario,
y aquellos que se acercan a la Edad Media fuera de los actuales cauces del ríoeducativo.
14
PORRAS ARBOLEDAS, Pedro Andrés: "El medievalismo en Internet",
Medievalismo. Boletín de laSociedad
Española de Estudios Medievales [Madrid], 7 (1997), pp. 343-361, ver también:FIDANZIA,
Roberta: “Il medievo in rete: un confronto fra Spagna ed Italia”, Rassegna
Storica Online,3
(2001) <http://www.medievoitaliano.org/fidanzia.medioevo.pdf>; PAOLETTI,
Paolo: "Informaticae
fonti storiche", Scrineum [Pavia], 1 (1999), pp. 1-13.
15
CROCE, Benedetto:
Teoría e historia de la historiografía, Escuela, Buenos
Aires, 1955.
16
MAÍZ CHACÓN, Jorge: “La humanización de la tecnología...
17
Sobre el concepto de “historiografía digital”, véase: http://www.h-debate.com,
ManifiestoHistoria
a Debate, Punto XI, 2001.
19 http://www.h-debate.com. La encuesta se realizó mediante el envío de 30.000
consultas, delas
que se respondieron un total de 605. El mismo, como colectivo de inquietudes,
pondría demanifiesto
algunas turbaciones sobre los usos y desusos de las nuevas tecnologías, laglobalización
y la sociabilidad de internet en el proceso de configuración del conocimientohistórico
e historiográfico.
25
FERNÁNDEZ CORRAL, Celia; GONZÁLEZ ALONSO, Enrique: “Internet como
herramienta bibliográfica enHistoria
Antigua y Medieval”, Estudios Humanísticos. Geografía, Historia y Arte, 21
(1999), pp.311-342;
PRATS, Joaquim: “Recursos de Historia en Internet”, Aula Historia Social
[Valencia], 6(2000),
pp. 88-93.
26
GILLESPIE, Alan R.: “Digital image-processing applied to the Photography of
Manuscripts withexamples
drawn from the Pincus Ms. Arnold of Vilanova”, Scriptorium, 33.1 (1979), pp.
40-55;PALOS,
Joan-Lluís: "El encuentro de los historiadores con las imágenes", II
Congreso InternacionalHistoria
a Debate, Tomo III, Problemas de Historiografía (Santiago, 1999), Historia a Debate,Santiago
de Compostela, pp. 201-208 (2758).
27
DÍEZ FERNÁNDEZ, José Ignacio: “Los manuscritos en la Red: catálogos,
digitalizaciones yproyectos”,
Signo, 6 (1999), pp. 145-160; FAULHABER, Charles B.: “ADMYTE: Archivo Digital
deManuscritos
y Textos Españoles”, La Coronita, 18 (1990), pp. 131-141; y ÁVILA NAVARRO,
MaríaLuisa;
PENELAS, María Teresa: “El archivo digital de manuscristos árabes de la
Escuela de EstudiosÁrabes
(C.S.I.C.)”, Al-Qantara, 19 (1998), pp. 503-511.
28
ROLD, Orietta da: "Middle Ages on the web in Italy, Britainand USA: a survey, a prospective",Medioevo
Italino. Rassegna Storica Online <www.medioevoitalio.org/darold.leeds.pdf>,
3 (2001);ZORZI,
Andrea: "Millennio digitale. I medievisti e l'internet alle soglie del
2000", Memoria eRicerca.
Rivista di Storia Contemporanea, 5 (2000), 199-211.
30
“Decadencia, declinación, acabamiento”, definición extraída del
Diccionario de la LenguaEspañola, Real Academia Española, Espasa Calpe, Madrid, 1992.
31
DICKINSON, Alaric: "Los ordenadores en la clase de Historia", Historia
16 [Madrid], 187 (1991),pp.
140-142; BALTA I MONER, Jordi: “Internet. Una nueva herramienta para los
historiadores”, ElContemporani.
Revista d’Història, 9 (1996), pp. 11-15; GINES HUERTAS, Francisca:
“Información,Historia
e Internet”, Revista d’Història Medieval [Valencia], 9 (1998), pp. 297-312;
REALES, Lluís:"Les
noves tecnologies i la invenció social", Transversal. Revista de Cultura
Contemporània[Lérida],
1 (1996), pp. 46-47; SELVA, Marta: "Televisión y enseñanza de la
Historia", Historia 16[Madrid],
189 (1992), pp. 115-116; SEBASTIÀ SALAT, Montserrat: “Fuentes para la
Historia: lasNuevas
Tecnologías”, L’Avenç [Barcelona], 129 (1989), pp. 68-70. Durante finales
de losochenta,
y toda la década de los años noventa, se produce todo un debate acerca de la
utilidadde
la revolución tecnológica y su aplicación en las ciencias humanas y sociales.